Durante muchos años los términos como Autoayuda, autosuperación, empowerment (empoderamiento en Inglés), autocontrol, etc. estuvieron ligados a un paradigma o modelo vinculado a las personas débiles y que no podían pagarse un “profesional” que las acompañara a sentirse mejor y/o a alcanzar sus objetivos. Como si ésta no pudiese, por sí misma, lograr resultados y necesitase siempre de alguien más para avanzar.
Hace unas semanas leía una nota del 2015 del Diario la Nación que analizaba este fenómeno. Comparto con Uds. algunos fragmentos que me parecen necesarios analizar (*)
….Desde sus orígenes, en la década de 1930, hasta la actualidad, los libros de autoayuda han sabido transformarse o diversificarse cada vez que las circunstancias así lo exigieron.
….Mientras que entre las décadas de 1930 y 1950 el principal objetivo del género era enseñar técnicas para una finalidad concreta, en las dos décadas siguientes la meta era estimular el desarrollo personal y la autoconfianza. En los siguientes 20 años la autoayuda apuntó a aplicar las capacidades personales al mundo del trabajo y a desarrollar las capacidades mentales latentes; y desde 1990 hasta 2005, se produjo el auge de lo que ella llama la «biblioterapia», entendida como la cura de los síntomas del malestar subjetivo en pos de mejorar la vida cotidiana.
«En la era de las charlas TED y de la consagración de la horizontalidad del conocimiento, lo que la gente busca son referentes, voces potentes, divulgadores serios e idóneos. El caso de Ágilmente lo confirma. La obra rompió el techo de cristal de la industria al triplicar lo que vende un best seller promedio, que suelen ser 100.000 ejemplares».
Obviamente que comparto que la Autoyuda se fue transformando. Se fue adaptando a la realidad del hombre. Todo cambia constantemente. Las personas cambian y cambian sus problemas y sus realidades. Necesitamos soluciones nuevas a problemas nuevos, o a circunstancias viejas que derivan en nuevos problemas.
En continuo cambio es que el hombre busca a veces afuera un profesional (psicólogo, coach, consultor, asesor, etc) que lo ayude a superar sus inconvenientes, pero también busca dentro de él mismo, y según sus posibilidades, herramientas que le posibiliten ser más “resiliente” y aprender a través de libros, charlas, conferencias, videos, etc., cómo alcanzar lo que necesite sin perderse en el camino. En otras palabras: AUTOAYUDA. Y acaso, está eso mal?
Con esto no quiero decir que todo lo que es Autoayuda es igual de bueno y que sirve para todos los casos. Pero acaso, todos los profesionales expertos en sus temas nos garantizan que seremos exitosos si los contratamos? Yo como profesional no podría afirmar eso.
Como en todos los campos lo importante es discernir, ser críticos y valorar qué es serio, qué nos hace bien, qué nos suma en el camino y avanzar o no con ello.
Repito, para mi el Ser Humano es un Camino. Un camino de aprendizaje continuo que traza cada uno y que nos vuelve únicos….
¡Gracias por leer!
Diego Marshall
Trainer Coach
(*) https://www.lanacion.com.ar/1824858-autoayuda-a-medida-la-felicidad-en-la-era-del-tutorial
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