¿QUÉ SIGNIFICA SER PODEROSO?

El término “Poderoso” se enarbola  mucho y con habitualidad para referirse a una persona que ostenta  poder o influencia. Y muchas veces se confunde ese poder con la fama, el dinero, la posición social o las relaciones que una persona tiene y que en virtud de ellas puede conseguir “todo lo que desee”.

Tal vez esta interpretación tiene que ver con lo que vemos en las películas o que escuchamos en las noticias. Los países más poderosos,  sus gobernantes y/o personajes destacados son aquellos que casualmente tienen mucha riqueza o visibilidad mundial.

Pero hay otras dimensiones del poder. Todos somos poderosos. No quiero caer con esto en las frases trilladas de los Coaches o Gurúes de “tu puedes, el poder está en ti;  Si lo quieres, lo puedes, etc, etc.”

Quiero aclarar aquí que no es  porque no crea en el empoderamiento personal (base del Coaching), sino porque creo que  tener poder no significa  que podemos con todo. O sea: Poderoso  ≠ Todopoderoso.

En nosotros radica mucha fuerza y voluntad para alcanzar lo que nos proponemos, pero también existen variables que por más poder (físico, económico, relacional, etc.) y fuerza de voluntad que tengamos  no vamos a poder manejar y que pueden hacer que no lleguemos a lo que nos planteamos o,  al menos, de la forma en la que lo imaginamos.

Algunos me podrán decir que los milagros existen y que también es cuestión de fe lograr lo que queremos. Y estoy de acuerdo.

Ahora bien, y solo como ejemplo,  cuando viene un cliente a mi consulta y me plantea una brecha tan larga para llegar a su objetivo que no le alcanzará la vida para lograrla, o que el físico o la salud no le acompaña etc, desde mi perspectiva profesional no puedo decirle que trabajemos solo desde la fe. Repito, no porque no la tenga, sino porque la Fe por sí sola no cabe como proceso dentro del Coaching. ¿Puede ser complementaria? Sí, claro. Pero la debe trabajar otra disciplina o  profesional, NO un Coach.

El cliente debe llevarse un aprendizaje cuando sale de cada sesión, algo que lo acerque a su objetivo o algo que le sirva para redefinirlo si ve que los recursos con los que cuenta no son suficientes o las condiciones externas no pueden ser cambiadas por él.

Ser ético y ser íntegro significa trabajar desde nuestros valores y honrarlos al momento de ejercer ésta o cualquier profesión.  No “vender/ prometer” lo que no vamos a poder dar.

Busquemos y trabajemos por el bien de nuestros clientes y su poder interior, pero no le hagamos pensar que van a ser Superman.

¡Muchas gracias por leer!

Diego Marshall

Trainer Coach.