Cuando decimos que estamos dentro de nuestra Zona de Confort hacemos referencia a un estado mental donde nos encontramos cómodos con nuestra vida actual, con nuestras aspiraciones cubiertas y sin presiones.
En muchas publicaciones de Coaching, Psicología, Recursos Humanos se habla de este estado y de la necesidad de abandonarlo para pasar a la “Zona de Expansión”.
¿Y es acaso estar en la zona de Confort malo?
Algunas veces recibimos clientes cuyo objetivo principal es salir de su Zona de Confort y cuando le preguntamos “para qué quieren salir” nos encontramos con diversas respuestas.
- Porque me siento atascado
- Porque quiero avanzar hacia algo más
- Porque me falta algo
Pero hoy quiero detenerme en otras respuestas: “Porque me dijeron que tengo que salir” o sus variantes: “Porque mi jefe me dijo que si no salgo no puedo acceder a un ascenso” o “Mi novia/ esposa me dijo que me dejaría si no avanzo”, etc.
Para poder salir de nuestra Zona de Confort tenemos que estar convencidos que hay algo mejor para nosotros más allá de ella, o de alguna manera sentirnos que no estamos del todo conforme con el lugar que estamos ocupando. No podemos salir de un lugar de donde realmente no queremos, por más que otro nos lo diga o nos lo sugiera.
Un cambio puede producirse realmente sí solo sí el cliente desea hacerlo y se compromete a trabajar en él. Y comprometerse a algo que uno realmente no desea tarde o temprano genera una insatisfacción mayor, y más aún si no vemos los cambios esperados implementada esta decisión.
Por eso, al encarar un proceso de Coaching para expandirnos preguntémonos y repreguntémonos:
- ¿Por qué deseo salir de mi zona de confort?
- ¿Qué es lo que me motiva a salir?
- ¿Por qué es importante para mí?
- ¿Qué gano saliendo de aquí?
- ¿Por qué estoy convencido que esto es lo mejor para mí?
- ¿Cómo me veo en la próxima etapa (zona)?
- ¿A qué me comprometo para lograrlo?
¡Muchas gracias por leer!
Diego Marshall- Trainer Coach