¿Cuántas veces nos hemos enfrascado en luchas donde ya sabíamos que perderíamos?
El ser humano cuenta con una virtud muy importante como el tesón. Esté nos impulsa a intentar y reintentar lograr lo que nos proponemos. Pero cuál es el límite entre el tesón y la tozudez? Cuándo la convicción de no rendirnos se transforma en desesperación por alcanzar algo o por no perderlo?
Algunas veces nuestro cliente nos plantea que quiere lograr tal o cual objetivo. Y que ha realizado de todo para alcanzarlo. Que está desesperado y que ya no sabe cómo obtenerlo.
Como coaches nuestro trabajo consiste en que nuestro cliente logre, a través de un cambio de observador, ver SU realidad desde otras ópticas (o reconocer otras realidades) y de allí plantearse cómo actuar para cambiarla, en el caso que así lo decida.
Bien, pero si después de algunas charlas y existiendo el reconocimiento que hay cosas que desde nuestro observador “son como son” y que si no nos cambiamos de lugar seguirán siendo de esa manera …. Qué debemos hacer si el cliente decide no correrse?
Creo que aquí es donde es pertinente hablar del “poder de la aceptación” y de la distinción del PERDÓN como herramienta de sanación del ser.
El reconocer que hay cosas que no podemos cambiar muchas veces es doloroso, pero también nos sirve para entender que existen “otras realidades” que con el tiempo y con el aprendizaje adquirido nos pueden ayudar a crecer y a entender que no hemos perdido, sino que hemos escogido otro camino para alcanzar la meta.
Gracias por leer!.
Diego Marshall
Trainer Coach